Con la llegada del verano y el aumento progresivo de las temperaturas, contar con un sistema de climatización eficiente y en óptimas condiciones no es un lujo, sino una necesidad. Preparar tu aire acondicionado para el calor no solo garantiza confort, sino también eficiencia energética, salud y ahorro económico a largo plazo.
En este artículo, vamos a repasar en profundidad todos los aspectos necesarios para una puesta a punto completa del aire acondicionado. Desde la limpieza y desinfección, hasta la optimización del consumo energético y la detección temprana de posibles fallos, te ofrecemos una guía completa para que este verano no te pille desprevenido.
Puesta a punto del sistema de climatización
Más allá de la limpieza superficial que solemos hacer antes del verano y que puedes revisar en el siguiente artículo Cómo hacer la revisión del aire acondicionado, es fundamental realizar una revisión técnica exhaustiva del sistema de aire acondicionado para asegurar su correcto funcionamiento. Aquí destacamos los pasos clave:
Limpieza y desinfección a fondo
Aunque muchos usuarios se limitan a limpiar los filtros, una limpieza profunda incluye múltiples elementos que, si se descuidan, pueden convertirse en focos de bacterias y mal olor.
Unidad interior
- Filtros: deben lavarse con agua tibia y jabón neutro. Se recomienda hacerlo al menos una vez al mes durante la temporada de uso intensivo.
- Intercambiador de calor: acumula polvo y suciedad que afecta al rendimiento. Es aconsejable utilizar un limpiador específico en spray.
- Ventilador interior: si hay acceso, se debe limpiar con un cepillo o aspiradora para retirar polvo acumulado.
Bandeja de condensados
Esta bandeja recoge la humedad del ambiente. Si no se limpia, puede generar malos olores, obstrucciones e incluso fugas. Es esencial desinfectarla y asegurarse de que el drenaje esté libre de obstrucciones.
Unidad exterior
Al estar expuesta a la intemperie, es frecuente que se acumule polvo, hojas o incluso nidos de insectos. Hay que retirar cualquier obstrucción y limpiar las aletas del condensador con un cepillo suave o aire a presión para mejorar la ventilación.
Revisión técnica del sistema

Más allá de la limpieza, una revisión técnica profesional puede prevenir averías costosas y alargar la vida útil del equipo.
Verificación de niveles de refrigerante
Un nivel bajo de gas refrigerante no solo reduce el rendimiento, sino que también puede indicar una fuga en el sistema. Este es un trabajo que debe realizar un técnico certificado, ya que manipular el gas requiere formación específica.
Inspección de conductos y conexiones eléctricas
- Conductos: si el sistema es por conductos, hay que revisar que no existan pérdidas, acumulaciones de polvo o moho en su interior.
- Conexiones eléctricas: deben revisarse para asegurar que no haya cables sueltos, deteriorados o sobrecalentados, lo que podría ocasionar un cortocircuito.
Comprobación del drenaje
Un mal drenaje puede provocar goteos en el interior de la vivienda o incluso daños estructurales. Asegúrate de que la tubería esté limpia y libre de bloqueos.
Cómo optimizar el consumo energético
No se trata solo de usar el aire acondicionado, sino de hacerlo de forma inteligente y eficiente. A continuación, algunos consejos clave:
Programación y modos de funcionamiento
- Horarios de uso: programa el encendido y apagado para que funcione únicamente en los momentos necesarios, como justo antes de llegar a casa o durante las horas más calurosas del día.
- Modo ahorro o Eco: regula el consumo y mantiene una temperatura estable sin trabajar al máximo rendimiento.
- Modo ventilador: útil durante las noches templadas, ya que consume menos y mejora la circulación del aire.
Aprovechar recursos naturales
- Ventilación cruzada: abrir ventanas durante la noche o primeras horas del día puede refrescar la vivienda de forma natural.
- Control de radiación solar: cerrar persianas o utilizar cortinas térmicas ayuda a evitar el sobrecalentamiento del hogar.
- Aislamiento: puertas y ventanas bien selladas pueden reducir drásticamente el uso del aire acondicionado.
Señales de alerta: cuándo acudir al técnico
Prestar atención a los signos de que algo no va bien puede evitar averías graves y costosas. Algunas señales que no deben ignorarse:
Ruidos inusuales y olores extraños
- Golpeteos, zumbidos o chirridos pueden ser indicios de componentes sueltos o desgaste mecánico.
- Olores a humedad o moho pueden indicar acumulación de agua estancada o moho en los conductos.
Rendimiento decreciente y fugas de agua
- Si el aire no enfría como antes o el flujo de aire es débil, puede deberse a un filtro sucio, bajo nivel de refrigerante o compresor dañado.
- Fugas de agua visibles no deben ignorarse. Pueden provenir del desagüe obstruido o de una bandeja de condensados rota.
Ciclos de encendido/apagado frecuentes
Un sistema que se enciende y apaga constantemente (lo que se conoce como ciclo corto) consume más energía y sufre un mayor desgaste, lo cual puede ser señal de un termostato mal calibrado o un problema en el compresor.
Beneficios a largo plazo de una buena puesta a punto
Realizar una puesta a punto completa no solo mejora el rendimiento inmediato del aire acondicionado, sino que también prolonga su vida útil, reduce el consumo eléctrico y minimiza la necesidad de reparaciones costosas.
Además, mantener una buena calidad del aire interior mediante una limpieza y desinfección adecuadas protege la salud de los ocupantes, especialmente de quienes padecen alergias o enfermedades respiratorias.
En resumen, preparar el aire acondicionado para el verano va mucho más allá de encenderlo y limpiar los filtros. Se trata de una tarea integral que, bien realizada, garantiza eficiencia, seguridad y bienestar durante toda la temporada estival. No esperes a la primera ola de calor para actuar: anticípate y asegúrate de que tu sistema de climatización está listo para rendir al máximo. Si necesitas ayuda con el mantenimiento de tu aire acondicionado contacta con nosotros y solicita nuestro servicio de limpieza y revisión.